REPERT MED CIR. 2023;32(1):17-22
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de Medicina y Cirugía
viven con VIH y linfoma a recuperar parcial o totalmente
su sistema inmune. Estos estudios han demostrado que
este tipo de terapia disminuye el riesgo de sufrir algunas
infecciones oportunistas, también disminuye el riesgo de
tener recaídas o recidivas y demostraron que pueden tener
una supervivencia sin progresión de aproximadamente
80% a los 2 años de haber tenido el tratamiento. También
es importante destacar que las muertes asociadas a este
tipo de terapia son muy pocas.10, 21 A pesar de los estudios
realizados sobre este tipo de terapia, muy pocos han
logrado identicar y explicar detalladamente cuales son los
mecanismos por los cuales se recupera el sistema inmune en
estos pacientes. Se sabe que la recuperación de las células
del sistema inmune es lenta pero efectiva, se identicó una
progresión en el número de linfocitos T CD4 y un aumento
de linfocitos T CD8, manteniéndose así durante el primer
año después del trasplante. Esta mejoría de los linfocitos
tanto CD4 como CD8 depende de varios factores, entre
ellos el grado de malignidad del linfoma y el grado de
infección por VIH.22,23,24 En cuanto a la comparación de este
tratamiento en los pacientes que no están infectados con
VIH estos obtienen mejores resultados, mientras que en los
que son VIH positivos se demoran aproximadamente 1 año
en mostrar los resultados.10
Siempre se ha sabido que en los pacientes que están
infectados por VIH se presenta una inmunosupresión,
donde su cuerpo se convierte vulnerable y susceptible
a sufrir cierto tipo de infecciones. Estas infecciones se
asocian directamente con la disminución en el recuento
de linfocitos T CD4, algunos de los agentes más comunes
son: Pneumocystis jirovecii, Toxoplasma gondii, Criptococo
neoformans, entre otros. A pesar de que en los pacientes
que poseen un recuento de CD4 < 200/uL se les administra
prolaxis para ciertos agentes, esto no los hace 100% libres
de padecer alguna de estas infecciones.1,25
Además de estas infecciones oportunistas que pueden
afectar muchos tejidos del cuerpo humano, también hay
otro grupo de infecciones que afecta a los pacientes con
VIH. Las infecciones del torrente sanguíneo que los afectan
han sido muy severas, aunque han disminuido con la terapia
antiretroviral. La mayoría de estas infecciones son causadas
por Staphylococcus spp y Candida spp. Muchos factores
inuyen en el desarrollo de estas infecciones, algunos son:
edad, estar en estadio SIDA, uso de drogas intravenosas, la
presencia de alguna neoplasia, entre otros.26,27 Es importante
destacar este aspecto de las infecciones del torrente
sanguíneo y sus factores de riesgo ya que los pacientes que
sufren linfoma asociado a SIDA son población de riesgo para
RIESGO DE LA QUIMIOTERAPIA EN
LINFOMA ASOCIADO A SIDA
sufrir estas infecciones y su condición puede disminuir su
pronóstico de vida.
En los pacientes que sufren linfoma asociado a SIDA
se han planteado muchos posibles tratamientos, siendo
la quimioterapia la más utilizada hoy en día. Como se
mencionó anteriormente, en los que sufren linfoma asociado
a SIDA se recomienda una quimioterapia un poco más
agresiva acompañada de la terapia antiretroviral respectiva
para cada uno, esto puede ayudar a solucionar la neoplasia
existente, sin embargo al mismo tiempo aumenta aún más
el riesgo de desarrollar infecciones oportunistas.1 Este
aumenta ya que la inmunosupresión que genera la infección
con el VIH sumado a la inmunosupresión que puede generar
la quimioterapia a altas dosis, lleva a que el paciente tenga
una disminución más notable de linfocitos T CD4.
En un reciente estudio que se realizó, se tomó una muestra
a 164 pacientes que padecían algún linfoma asociado a SIDA.
Durante el estudio se observó que aproximadamente 18% de
los pacientes sufren algún episodio de infeccioso antes de ir
a quimioterapia, los agentes que más se presentaron en este
18% fueron: Mycobacterium tuberculosis, Micobacterias no
tuberculosas, Cytomegalovirus retinitis, Pneumocystis spp,
Cryptococcosis. De los que logran asistir a quimioterapia,
aproximadamente 60% sufren infecciones durante los
ciclos del tratamiento. Las infecciones de pulmón ocurren
en 29% de los pacientes aproximadamente, siendo las más
comunes, seguidas por la neutropenia febril de origen
desconocido (27%) y por ultimo las menos comunes que son
las infecciones de tracto urinario, piel y la sepsis causada
por agentes como Microbacterium, Staphylococcus spp.1
En este mismo estudio se demostró que hay ciertos factores
que trabajan de manera independiente para aumentar
el riesgo de los pacientes a sufrir infecciones durante su
tratamiento con quimioterapia. Los factores observados
fueron: la cantidad de ciclos de quimioterapia, disminución
en el recuento de neutrólos, menor recuento de CD4, uso
de la terapia HAART al momento de ser diagnosticado
con linfoma y el tipo de linfoma que fue diagnosticado.1,28
Es importante tener en cuenta que estas complicaciones
de la quimioterapia también se presentan en los pacientes
VIH negativos pero que sufren linfoma. Sin embargo, en
estos el porcentaje de infecciones y neutropenia febril no
es tan alto como en los positivos para VIH, esto nos lleva
una vez más a que hay factores adicionales que sufren las
personas infectadas con este virus que los hace mucho más
vulnerables a sufrir este tipo de complicaciones asociadas
a la quimioterapia.1 Teniendo en cuenta que todos los
linfomas son agresivos y todos reciben la quimioterapia
como tratamiento ideal, en el estudio reciente se observó
que el linfoma más común era el difuso de células B grandes,
así mismo este fue el que más ciclo de tratamiento recibió
y por lo tanto el que más se asoció a infecciones durante o
después de la quimioterapia.1,29
Como se mencionó anteriormente, a los pacientes que
presentan un recuento de CD4 <200/uL se les administra un