de Medicina y Cirugía
68 REPERT MED CIR. 2022;31(Supl. Núm.1):67-73
A nales de 2019 se estableció una alerta a nivel mundial
por la aparición de una enfermedad hasta el momento
desconocida, de tipo respiratorio generada por un agente
viral conocido como COVID-191, que desde ese momento
ha cobrado millones de desenlaces fatales. Es de amplio
conocimiento que afecta de preferencia a grupos poblacionales
especícos, donde se destacan adultos mayores de 60 años,
con factores predisponentes como patología hipertensiva,
diabetes mellitus y enfermedad oncológicas.2,3
La mucormicosis es una afección micótica de baja
prevalencia4, corresponde a una infección de la cavidad
nasal y los senos paranasales por ciertas especies de hongos,
por ende, se considera desde el punto de vista clínico y
radiológico una sinusitis fúngica, suele clasicarse como
invasiva y no invasiva atendiendo a su gravedad, y como
aguda o crónica teniendo en cuenta el tiempo de evolución.
Otro tipo de sinusitis fúngica es la granulomatosa, la cual es
menos frecuente.5
La sinusitis aguda invasiva es una infección de rápida
progresión, poco frecuente, que se ve en paciente diabéticos
mal controlados o en inmunosuprimidos. Se considera la
variante de sinusitis fúngica más letal, con una mortalidad
entre 50 y 80%. Por tal motivo algunos autores sugirieron
denominarla fulminante aguda. Los gérmenes implicados
pertenecen al orden Zigomicetos, tales como Rhizopus,
Rhizomucor, Absidia y Mucor. La sinusitis invasiva
crónica es causada principalmente por Mucor, Rhizopus,
Aspergillus, Bipolaris y Cándida.5 Se caracteriza por ser
una infección necrotizante con invasión nasal y sinusal de
la mucosa, submucosa y vasos sanguíneos, con potencial
extensión orbitaria e intracraneal. Las erosiones óseas y
de la mucosa pueden ser evidentes o sutiles, en ocasiones
hay franca destrucción ósea o bien la extensión ocurre con
paredes óseas intactas.6
La prevalencia de mucormicosis a nivel mundial varía
de 0,005 a 1,7 casos por cada millón de habitantes.7 Dada
la prevalencia de COVID-19 a nivel mundial y sus efectos
a nivel inmunológico, ha sido un panorama ideal para el
surgimiento de ciertas asociaciones entre enfermedades
como COVID-19 y mucormicosis. Según la Organización
Mundial de la Salud (OMS), se han reportado cerca de
9.000 casos de esta asociación.7 Se ha reportado en países
del continente americano como Brasil, Estados Unidos,
Argentina y México, con una tasa de mortalidad que oscila
entre 34% y 70%.8
Manifestaciones radiológicas de la mucormicosis
Las sinusitis fúngicas invasivas como la mucormicosis
se clasican en agudas y crónicas teniendo en cuenta su
tiempo de evolución. Los cuadros agudos evolucionan en
periodos cortos (días) y tienen una alta mortalidad, por tal
motivo han sido denominadas sinusitis fulminantes.
INTRODUCCIÓN En la forma aguda pueden evidenciarse hallazgos
radiológicos típicos de sinusitis, como la ocupación de
los senos paranasales por material con densidad de tejido
blando y los niveles hidroaéreos. No obstante la aparición
de erosiones óseas, la alteración de la grasa en el cojinete
retromaxilar, los cambios en la atenuación de tejidos blandos
a nivel facial o intracraneal, así como signos de inamación
intraorbitaria e intracraneal, cambios en la grasa intra y
extraconal, proptosis, realces anómalos en la órbita o planos
adyacentes, realce meníngeo y lesiones inamatorias en el
parénquima cerebral, son hallazgos más especícos de esta
entidad y demuestran sus complicaciones, aunque suelen
aparecer en fases tardías por lo que se debe tener alta
sospecha clínica en estos pacientes.9
La sinusitis invasiva crónica comparte manifestaciones
radiológicas similares a la aguda, pero tiene un curso
clínico más insidioso. Los hallazgos imagenológicos que
denotan extensión del proceso inamatorio más allá de los
senos paranasales afectados, son claves para el diagnóstico
especíco.9
Además de la extensión orbitaria y cerebral, otra
complicación potencial de la sinusitis invasiva o
mucormicosis es la osteomielitis de la base del cráneo. Se
ve con más frecuencia como complicación de una otitis
externa necrotizante, siendo el germen más asociado
la Pseudomona, y en menor medida otros patógenos
incluyendo Aspergillus y Estalococo. Aunque poco
común, la osteomielitis de la base del cráneo secundaria
a mucormicosis también ha sido descrita. La naturaleza
angioinvasiva de esta infección y la extensión profunda
a través de canales perivasculares explican su potencial
diseminación en esta región anatómica. Los principales
hallazgos radiológicos son los cambios en la intensidad
de señal de la médula ósea en la resonancia magnética,
alteraciones en la densidad ósea y erosión en la tomografía,
así como la presencia de realces anómalos, alteración de
planos tisulares adyacentes y la alta captación anormal de
radiotrazador en PET-CT.10 En este reporte se presentan
dos casos clínicos de mucormicosis rinocerebral asociadas
con infección por COVID-19, sus manejos y desenlaces
nales, así como una breve revisión bibliográca de la
literatura actual.
Paciente masculino de 63 años con antecedentes de
diabetes mellitus tipo 2 y cardiopatía isquémica que requirió
revascularización miocárdica. Durante el posoperatorio
presentó insuciencia respiratoria aguda por SARS-CoV-2,
complicada por accidente cerebrovascular de tipo isquémico
en el territorio de la arteria cerebral media con hemiplejia
izquierda, requiriendo manejo en la unidad de cuidados
intensivos con recuperación favorable después de 2 meses.
CASO CLÍNICO 1