de Medicina y Cirugía
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REPERT MED CIR. 2024;33(3):247-253
de estrategias que permitan hacer del proceso de enseñanza
una experiencia inolvidable, divertida y atractiva para
el estudiante. Serrano expone que existe una relación
signicativa y positiva entre el aprendizaje por ABP y el
rendimiento académico de los estudiantes, para el desarrollo
de la gestión del conocimiento y la práctica reexiva dentro
de su ámbito académico.
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No obstante, se perciben falencias en el hacer, al
evidenciar el mayor nivel de desacuerdo y la más alta
variabilidad de los resultados. Lo anterior podría explicarse
porque la enfermería es una disciplina con un amplio
componente práctico en donde el hacer se convierte en
un pilar fundamental para el desarrollo de la profesión,
como lo consideraron Uniarte y col. quienes resaltan que
la práctica en el campo clínico es el recurso más valioso
en la preparación de los futuros profesionales, tal comolo
perciben los estudiantes.
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Los ítems del hacer con menor calicación correspondieron
al paso de un catéter venoso central de inserción periférica
y la toma para gases arteriales, aunque queda en evidencia
la amplia variabilidad de la percepción de los estudiantes
al obtener DE muy amplias (1.3 y 0.9). Lo anterior puede
atribuirse a la falta de oportunidades para la ejecución de
estos procedimientos puesto que se consideran con cierto
grado de complejidad y no se realizan con frecuencia, ni
a todos los pacientes atendidos en un servicio de cuidado
crítico. Esto se ha comprobado por la experiencia propia
vivida en al ámbito clínico de los servicios de urgencias.
Los resultados obtenidos concuerdan con el estudio de
De Souza y col. donde los enfermeros demostraron falencias
en los tres fundamentos que determinan la competencia
profesional sobre el uso del catéter central de inserción
periférica, como son el conocimiento, la habilidad y la
actitud. Los participantes rerieron falta de entrenamiento,
poco interés institucional, hegemonía médica y sobrecarga
de trabajo, entre otros. En este sentido, se propone fomentar
en las instituciones la calicación profesional y la adecuación
del número de enfermeros en la asistencia.
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Cabe aclarar que
este estudio fue realizado con profesionales que ya habían
culminado su proceso formativo, pero son extrapolables
a los resultados obtenidos en nuestro estudio y dan luces
respecto al planteamiento de posibles soluciones.
En cuanto a la percepción que se tiene respecto a la
importancia de integrar el saber con el hacer para el
desarrollo de competencias, Castillo y col. documentaron
una alternativa importante que permite a los estudiantes
el desarrollo de habilidades para la práctica, como la
simulación clínica de alta delidad, pues no existe el riesgo
de causar daño a terceros, fortalece las habilidades e integra
el conocimiento adquirido. La percepción de los estudiantes
de su estudio sobre esta estrategia fue satisfactoria y
rerieron sentirse más seguros para el desarrollo de la
práctica y además les permitió aanzar sus habilidades
yconocimientos.
En esta misma vía Ayala y col. evidenciaron que la
simulación clínica empleada para integrar la teoría con la
práctica; fue exaltada por los estudiantes que participaron
en esta investigación y manifestaron interés en seguir
utilizándola para adquirir más habilidades no causar daño al
paciente y adquirir destrezas en cuanto a la comunicación,
el trabajo en equipo, el pensamiento crítico y la ética
profesional. De esta manera se mejora la adquisición de
competencias clínicas; pues la simulación juega un papel
importante en la formación no solo porque los ayuda a
afrontar situaciones poco frecuentes en la práctica real,
sino que confronta sus conocimientos previos para así
fortalecerlos y de esta manera corregir los conceptos
erróneos. Por último, Dominguez y col. recomiendan que
dicha estrategia se utilice para el desarrollo académico
de los estudiantes y así reforzar el logro de competencias
para asegurar un profesional altamente calicado.
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Estos hallazgos convierten a la simulación clínica, en el
complemento perfecto para el exitoso desarrollo de la
metodología ABP.
Los estudiantes perciben en forma positiva el uso de la
metodología ABP como estrategia en el proceso de enseñanza-
aprendizaje para el desarrollo de habilidades y competencias
durante el cuidado del paciente en situaciones críticas, por
lo que se hace necesario el fortalecimiento institucional
en este tipo de formación. Ha demostrado ser efectiva
tanto a nivel académico como institucional. La simulación
clínica se destaca como uno de los mejores escenarios que
permite el desarrollo y fortalecimiento de competencias
del hacer integrándolos con el saber, lo que la convierte
en una estrategia adecuada para la implementación de la
metodología ABP en escenarios de práctica clínica.
CONCLUSIONES
DECLARACIÓN DE
CONFLICTO DE INTERESES
Los autores maniestan no presentarse conicto de interés
en ningún aspecto de la investigación.
REFERENCIAS
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de Cuidados Intensivos. Med. crít. (Col. Mex. Med. Crít.).
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