de Medicina y Ciruga
84 REPERT MED CIR. 2022;31(Supl. Núm.1):81-86
Este reporte hace énfasis en la importancia de la lesión
endotelial y la inmunotrombosis como mecanismos
determinantes de este fenómeno oclusivo arterial espontáneo
en COVID-19. A pesar de ser un evento que en su mayoría se
produce en casos severos; en esta ocasión ocurrió en forma
leve. Además, se intenta brindar una posible explicación
desde el punto de vista celular y molecular de la isquemia
arterial espontánea en un paciente positivo para SARS-
CoV-2.
La isquemia arterial por COVID-19 se ha asociado con
enfermedad severa por los mecanismos relacionados, como
la inmunotrombosis y la disfunción endotelial.10 De acuerdo
con Xiong y col.14, en COVID-19 severo hay mayor elevación
del tiempo de protrombina y del dimero D, a diferencia del
COVID-19 leve. Según Cui y col.15, en 81 pacientes con
COVID-19 severo la incidencia de tromboembolismo venoso
fue de 25% y se asoció con pronóstico desfavorable. En el
mismo sentido Klok y col.16, hallaron que la incidencia de
trombosis en 31% (27% tromboembolismo venoso y 3,7%
eventos trombóticos arteriales) en COVID-19 severo. En este
caso llama la atención que el paciente presentaba síntomas
de COVID-19 leve.
La variabilidad en la severidad del COVID-19 depende
de un sosticado balance de la maquinaria del sistema
inmune.3 El COVID-19 es un virus citopático que afecta
los tejidos a través de las células del epitelio consideradas la
primera línea de defensa.11 El reconocimiento de patrones
moleculares asociados con daño (DAMP) y con el propio
patógeno, son reconocidos por estas células por medio de
receptores tipo Toll (TLR) y los similares al dominio de
oligomerización de unión a nucleótidos (NOD) (NLR), así
como el gen I inducible por ácido retinoico (RIG-I) (RLR).17
Sin embargo, el receptor intracelular NLRP3 conocido como
inamosoma cumple un rol fundamental, pues al parecer
es un mediador contundente en la respuesta inmune con la
consiguiente producción de IL-1, IL-18 y otras citocinas
proinamatorias que activan células endoteliales.18,19
El COVID-19 y otros coronavirus también producen
disfunción endotelial por infección directa en estas células
que lleva a daño y apoptosis, disminuyendo su actividad
antitrombótica.20 El endotelio conserva la integridad y
protege las diferentes funciones en la homeostasis de la
siología corporal regulando la permeabilidad vascular
y el tono de los vasos, dependiendo del tejido donde se
encuentre localizado.21,22 Tiene la capacidad de sintetizar
y secretar múltiples moléculas denominadas factores
derivados del endotelio (FDEV), como óxido nítrico (ON),
prostaglandinas (PG), endotelinas (ET), tromboxano A2
(TXA2), especies reactivas de oxigeno (ERO) y angiotensina
II (Ang II).23 Las células endoteliales se activan por el estado
proinamtorio propio de la infección con altos niveles de
citocinas como IL1, IL6 y TNF, aumentando la expresión
de moléculas de adhesión que promueven la agregación y
DISCUSIÓN
adhesión de plaquetas y leucocitos.23 Dentro de este grupo
de proteínas de adhesión endotelial el factor FVW parece
jugar un papel clave en pacientes con infección ya sea
severa o no, al disminuir la actividad de la metaloproteinasa
conocida como ADAMTS-13, que se encarga de regular
el tamaño de los multímeros del factor que incrementa
la adhesión plaquetaria causando microangiopatía
trombótica.24 Otras proteínas de adhesión involucradas son
el VCAM soluble y P-selectina relacionados con el aumento
de nivel de trombomodulina.10 Por otro lado, la disminución
sustancial en la biodisponilidad de óxido nítrico (ON)
favorece la disfunción endotelial.11 En los pacientes con
COVID-19 se ha observado deciencia de ON25 ocasionando
vasoconstricción del musculo liso26, disminución de la
capacidad de neutralizar especies reactivas de oxigeno
(ROS) y reducción de la capacidad antiviral27,28, al promover
la isquemia, la inamación y el estado procoagulable.25
En consecuencia, habrá elevación de brinógeno, FVW
y los productos de degradación de la brina como el
dimero-D asociados con alteración mínima o nula de los
tiempos de protrombina y tromboplastina activada, los
niveles de antitrombina, proteína C activada y conteo
de plaquetas, alteraciones muy características en otros
trastornos inamatorios comunes en pacientes críticos,
como coagulación intravascular diseminada (CID).12 Se
han propuesto escalas para identicación y diagnóstico
diferencial de pacientes con coagulopatía asociada con
COVID-19, que incluyen el cumplimiento de dos o más de
los siguientes items: presencia de macro o microtrombosis,
niveles de dimero D más de dos veces el límite superior
de la normalidad, conteo de plaquetas menor de 150.000
e incremento de más de 1 segundo en el tiempo de
protrombina o INR mayor de 1,2.12 En el caso presentado, el
paciente cumple con dos de los criterios antes mencionados.
Cabe anotar que la hemoconcentración y otras variables de
viscosidad se encuentran en casos severos.29,30
Se ha observado en COVID-19 que la lesión del endotelio
de la microvasculatura pulmonar puede producir síndrome
tromboinamatorio obstructivo o microtrombosis.31 Los
mecanismos descritos son los responsables del desequilibrio
entre la ventilación y la perfusión a nivel de la membrana
alveolo-capilar, con la consecuente hipoxemia y la aparición
del síndrome de distrés respiratorio agudo (SDRA) con
diferentes fenotipos de presentación, considerado atípico32
puesto que el inicio se debe a un mecanismo puro de
inmunotrombosis a nivel de la vasculatura pulmonar.31 La
afección directa de las células endoteliales por COVID-19,
activa en forma indirecta el complemento, llevando a
reclutamiento de neutrólos con mayor capacidad de sufrir
NETosis evidenciada en lavado bronquioalveolar, así como
una elevada cantidad de complejos DNA-mieloperoxidasa
detectados en el suero de los pacientes infectados por
COVID-19. Esta predisposición de los neutrólos a sufrir