de Medicina y Cirugía
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REPERT MED CIR. 2024;33(2):163-169
Amador Herney Rúa MD
Paula Andrea Jaramillo
b
Adriana Maria Loaiza
b
Nurvey Elena Cano
b
César Augusto Sánchez
c
a
Médico y Cirujano. Profesor Universidad de Antioquia. Medellín, Colombia.
b
Instrumentadora Quirúrgica, Docente Universidad de Antioquia, Medellín, Colombia.
c
Instrumentador Quirúrgico, Universidad de Antioquia, Medellín, Colombia.
Introducción: el pregrado en instrumentación quirúrgica (IQ) de la Universidad de Antioquia (Colombia) concibe las prácticas
académicas como un componente fundamental en la formación de los estudiantes; estas incluyen actividades como talleres
experimentales, observación dirigida y asistencia en áreas quirúrgicas. La emergencia sanitaria desatada por la pandemia
del COVID-19 disminuyó en forma drástica las oportunidades de práctica asistencial en instituciones de salud. Material y
método: se posibilitó la participación de los estudiantes de IQ en un entorno formativo nuevo para la realización de prácticas,
en el LivingLab Telesalud de la facultad de medicina de la Universidad de Antioquia con atención en la línea telefónica 123.
Objetivo: de comprender esta experiencia de los estudiantes de IQ en la atención de la pandemia por COVID-19, se realizó una
investigación con enfoque cualitativo que consideró la consulta a fuentes vivas y documentales. Resultados y conclusiones:
los resultados indican que la práctica favoreció la formación integral del futuro instrumentador quirúrgico, asunto que se
R E S U M E N
Del quirófano a la comunidad: Del quirófano a la comunidad:
práctica formativa del pregrado en práctica formativa del pregrado en
instrumentación quirúrgica en la instrumentación quirúrgica en la
pandemia por COVID-19 pandemia por COVID-19
From the operating room to the community: From the operating room to the community:
undergraduate surgical instrumentation training undergraduate surgical instrumentation training
práctice during the COVID-19 pandemicpráctice during the COVID-19 pandemic
Artículo de investigación
ISSN: 0121-7372 • ISSN electrónico: 2462-991X
INFORMACIÓN DEL ARTÍCULO
Historia del artículo:
Fecha recibido: agosto 31 de 2022
Fecha aceptado: mayo 26 de 2023
Autor para correspondencia.
Dr. Amador Herney Rúa
amador.rua@udea.edu.co
DOI
10.31260/RepertMedCir.01217372.1410
de Medicina y Cirugía
Vol.
33
N°2 . 2024
de Medicina y Cirugía
REPERT MED CIR. 2024;33(2):163-169
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ABSTRACT
Introduction: the undergraduate surgical instrumentation (SI) program at Universidad de Antioquia (Colombia) denes
academic practices as a fundamental component of training students, by means of activities such as experimental workshops,
guided observation and surgical assistance. The health emergency unleashed by the COVID-19 pandemic drastically reduced
the opportunities for clinical practice in healthcare institutions. Materials and methods: the participation of SI students
was made possible in a new training practice environment using the Telesalud LivingLab of Universidad de Antioquia
School of Medicine, through phone number 123. Objetive: a qualitative approach research was carried out to understand
this experience in SI students, by consulting live and documentary sources. Results and conclusions: the results indicate that
this practice modality favored the comprehensive training of the future surgical technologist. The latter is supported by
pedagogical, curricular and didactic dimensions that took place during the experience. Several improvement opportunities,
which can be useful in future training processes, were also evidenced.
Key words: active learning, experiential learning, learning by doing, community health education, tele-training, surgical
instrumentation.
© 2024 Fundación Universitaria de Ciencias de la Salud - FUCS.
This is an open access article under the CC BY-NC-ND license (http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/4.0/).
INTRODUCCIÓN
El pregrado en instrumentación quirúrgica (IQ) de la
facultad de medicina de la Universidad de Antioquia,
Colombia, desde sus inicios en 1994 ha pasado por
diferentes etapas que integran lo normativo y lo curricular
en vínculo con lo social. En cuanto a lo normativo, el hecho
más relevante es el reconocimiento de la IQ como profesión
en Colombia, a partir de la Ley 784 del 23 de diciembre
2002.
1
Desde lo curricular, en 2003 se incorporó el enfoque
cognitivo social, por lo que las prácticas académicas se han
centrado desde entonces en las actividades de asistencia a los
quirófanos y centrales de esterilización, y en menor medida
en apoyo administrativo a distintos procesos.
2
Las prácticas
académicas se incluyen desde los primeros semestres a través
de actividades como talleres experimentales, observación
dirigida y prácticas en áreas quirúrgicas.
3
La pandemia por el COVID-19 disminuyó en forma
drástica la práctica asistencial para los estudiantes; sin
embargo, constituyó una oportunidad para su participación
en un entorno formativo totalmente nuevo: la práctica en el
LivingLab Telesalud. Este escenario es un laboratorio donde
“el estado, el sector público, la academia, la sociedad civil
organizada y los ciudadanos, participan activamente en el
proceso de innovación, cocreando y validando las soluciones
en contextos reales, en los que se usan las tecnologías de la
información y la comunicación (TIC) como principal medio
de desarrollo”.
4
El rol del estudiante implicó brindar información,
seguimiento y apoyo por vía telefónica a todos los pacientes
que requirieran atención relacionada o no con COVID-19.
Esta práctica se soportó en la metodología participativa,
cuyo punto de partida fue la realidad y la experiencia, con
el n de generar procesos de reexión y análisis.
5
Por lo
anterior, surgió la necesidad de realizar una investigación
que abordara la problemática a partir de la siguiente
pregunta: ¿Cuál es la pertinencia de la práctica en Telesalud
que desarrollan los estudiantes de IQ de la Universidad
de Antioquia como práctica comunitaria, y cómo esta
contribuye a la formación integral de los profesionales? Para
responderla se plantearon los siguientes objetivos: el general,
comprender la experiencia de los estudiantes de IQ en el
proceso de atención de la pandemia por COVID-19 durante
su práctica en el LivingLab Telesalud de la Universidad de
Antioquia en 2020; y los especícos: 1) caracterizar los
procesos académicos en los que participaron los estudiantes
de IQ en el programa de Telesalud que atiende a pacientes
con sospecha de coronavirus en Antioquia a través de la línea
soporta en la identicación de dimensiones pedagógicas, curriculares y didácticas que tuvieron lugar en la experiencia;
también se evidenciaron algunas oportunidades de mejora que pueden considerarse para futuros procesos formativos.
Palabras clave: aprendizaje activo, aprendizaje vivencial, aprendizaje práctico, educación para la salud comunitaria, teleformación,
instrumentación quirúrgica.
© 2024 Fundación Universitaria de Ciencias de la Salud - FUCS.
Este es un artículo Open Access bajo la licencia CC BY-NC-ND (http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/4.0/).
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de atención 123; 2) identicar las dimensiones pedagógicas,
curriculares y didácticas que estuvieron presentes en
el proceso formativo de los estudiantes de IQ durante su
práctica; 3) reconocer las percepciones de los estudiantes
de IQ que han participado en el programa de Telesalud, y
4) proponer acciones de mejoramiento al programa de IQ a
partir de los resultados obtenidos.
Esta investigación se llevó a cabo en Medellín, Colombia,
con un grupo de estudiantes de pregrado de instrumentación
quirúrgica de la Universidad de Antioquia durante los
semestres de 2020 y 2021. Se orientó por el enfoque cualitativo
que consiste en “obtener las perspectivas y puntos de vista
de los participantes”. Se consideró la consulta a fuentes
vivas y documentales, además el problema a tratar requirió
inscribir la investigación como estudio de caso, con elementos
del interaccionismo simbólico y con algunas herramientas
de la teoría fundamentada.
6
La recolección de los datos
se realizó por medio de entrevistas semiestructuradas,
que según López son más dinámicas, exibles y abiertas
y por tanto permiten una mayor interpretación de los
datos que con las estructuradas.
7
El grupo investigador
realizó lectura y relectura de las transcripciones y notas
de campo, organizó los datos recolectados a través del uso
de códigos, con una comparación constante entre estos y
las categorías emergentes y con los conceptos sugeridos en
la literatura.
7,8
Por último, se llevó a cabo la búsqueda de
relaciones entre las categorías que emergieron de los datos,
fuentes documentales y diferentes autores.
9
En el estudio
participaron 12 estudiantes, 9 mujeres y 3 hombres.
MÉTODOS Y METODOLOGÍAS
Los hallazgos de esta investigación en atención al
cumplimiento de los objetivos se sintetizan en tres
capítulos, el primero denominado caracterización de los
procesos académicos en los que participaron los estudiantes
de IQ en el programa de Telesalud que atiende a pacientes
con sospecha de coronavirus en Antioquia. Se realizó
con los aportes encontrados en las entrevistas, con las
particularidades y condiciones de los actores del proceso,
como fueron los estudiantes de los programas de medicina,
atención prehospitalaria, psicología, nutrición y dietética,
e instrumentación quirúrgica; los profesores con diferentes
niveles de formación y experiencia docente; los pacientes
del departamento de Antioquia de diversos estratos
socioeconómicos y con variadas condiciones de salud; los
entes gubernamentales y las autoridades de salud. Estos
actores en un ambiente de aprendizaje localizado en el
LivingLab y con metodologías consolidadas en cuatro
pilares: 1) la conceptualización que parte de la validación
RESULTADOS
de conocimientos teóricos previos del estudiante, y de los
nuevos que se pudieran adquirir en esta experiencia; 2)
la gestión de la información; 3) la apertura a otros saberes
en pro de la integración de conocimientos teóricos,
investigativos y administrativos, y 4) la aplicación por
medio de las actividades y funciones. Se reconocieron otras
metodologías, entre ellas la observación activa, el análisis
de casos clínicos tipo sta, seminarios y con actividades
académicas e investigativas bajo la modalidad de atención
primaria en salud (APS), elementos distintivos en la práctica
por medio del uso de las TIC y el aporte del pregrado a la
disminución del impacto negativo de la pandemia.
En el segundo capítulo denominado dimensiones
pedagógicas, curriculares y didácticas de la práctica
académica en Telesalud, se asumió el proceso educativo
como la posibilidad de lograr el desarrollo humano y con
ella la formación integral de los estudiantes por medio de
las relaciones, la comunicación interpersonal, la cultura
y sus inuencias. Desde esta óptica, la investigación
permitió reconocer cómo el aprendizaje se convirtió en algo
signicativo y experiencial en el contexto de la pandemia,
que también representó el conocimiento compartido de una
cultura. Todo ello basado en el enfoque cognitivo social del
programa que está presente en los dos ciclos de formación,
la fundamentación y la profesionalización, que permiten al
estudiante tener autonomía, pensamiento crítico y conciencia
social. Esto llevó a la identicación e interpretación de tres
dimensiones. La pedagógica, que incluye las relaciones con
los otros, con el conocimiento y sus formas de organización,
la posibilidad de formarse de manera integral, la adaptación
a nuevas situaciones, la responsabilidad de saberse miembro
de una comunidad académica, la experiencia como algo
único y el dialogo de saberes. La segunda dimensión es la
curricular; allí se reconoció el contexto, la pertinencia de lo
que se hace, la mirada amplia de la cultura, la innovación;
y por último la didáctica, que expone las nuevas formas
de enseñar y aprender, y los ambientes que se disponen
para ello.
El tercer capítulo de resultados fue el reconocimiento
de las percepciones de los estudiantes de IQ sobre su
participación en el programa de Telesalud frente a pacientes
con sospecha de COVID-19. De aquí emergieron siete
categorías a saber: la motivación, que parte de la idea de
una práctica en un espacio diferente, generando en el
estudiante diversas perspectivas e incertidumbres, pero
con la sensación de ayudar a otros en situaciones complejas
por medio de la atención telefónica y la orientación a los
pacientes, lo cual hizo de esta actividad un motivo para
avanzar en su formación. Los signicantes principales son
aquellos que aluden a las representaciones y relaciones,
la pandemia, la práctica académica como experiencia y su
diferencia con la asistencial, así como los signicantes desde
el ser y la condición de instrumentadores quirúrgicos en
formación. La pandemia por COVID-19 mostró la capacidad
de adaptación a las nuevas situaciones, por ejemplo, la
inactividad, el encierro, el aislamiento y la incertidumbre,
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fueron sensaciones que permitieron dar un valor a la
formación en ese momento. Esta práctica puso en tensión
asuntos de relación, diálogo e interacción con los pacientes,
acciones que no son comunes en la práctica quirúrgica del
instrumentador. Se evidenció, que las actividades que hacen
en el quirófano conguran la materialización de ideales y
rasgos de identidad profesional preconcebidos, que por
la representación del ser instrumentador, no les permitía
visualizarse en otros.
En la contribución se identicaron aportes desde el ser en
los que se evidenció la necesidad de fortalecer los vínculos
con los demás, sobre todo con los pacientes, para aprender
del manejo de emociones y apropiación de destrezas en
la gestión de tensiones en momentos críticos, resolución
de situaciones bajo presión y la comunicación asertiva, el
desarrollo de la empatía y conocer al paciente en su contexto.
En cuanto al hacer profesional, se determinaron elementos
importantes en la formación del talento humano en salud
al igual que nuevos roles y espacios laborales. Vale la pena
enfatizar que la elaboración de historias clínicas permitió
que los estudiantes mejoraran la argumentación, capacidad
de síntesis, organización adecuada de las ideas y el manejo
del lenguaje técnico. A lo largo del proceso también se
resaltó la educación para la salud observada como un reto,
que no hace parte de su quehacer cotidiano. En el aporte
sobre cómo se dio el aprendizaje, se destacan las anécdotas,
la observación y la autoevaluación. Respecto a los aportes
para la profesión, se resalta el desarrollo de la autonomía
para el análisis de situaciones, búsqueda de soluciones y
toma de decisiones, habilidad que los instrumentadores
no consideran muy desarrollada en su ámbito natural (el
quirófano).
Las interacciones durante su práctica permitieron que los
estudiantes percibieran la posibilidad de ampliar acciones
y relaciones entre ellos, con su entorno y con los demás
actores, lo cual les hizo sentirse parte de una comunidad
académica, germinaron allí las relaciones epistemológicas
basadas en el diálogo interdisciplinar, con las cuales
aprendieron a aprender de otros saberes y de otros campos.
Por otra parte, la interacción con el ambiente de aprendizaje
apareció como una novedad, una posibilidad de cambio, de
exibilidad en medio de la adversidad en la pandemia. Se
consolidaron allí dinámicas de conanza y espacios abiertos,
adaptados a las necesidades del entorno y del proceso de
enseñanza y aprendizaje. A partir del reconocimiento de
capacidades profesionales y personales se conguraron
relaciones basadas en la igualdad y equidad, sin diferencias
de jerarquías o de epistemes mejor validadas históricamente.
Por último, vale reconocer que los participantes se vieron
afectados por la pandemia, pues algunos de ellos o sus
familiares padecieron la enfermedad por COVID-19, suceso
que los sensibilizó y conllevó a que la atención telefónica
mejorara de manera considerable.
La percepción designada como oportunidad de mejora
hace énfasis en la necesidad de fortalecer la inducción en
la práctica, de manera que los estudiantes comprendan qué
procesos implica el escenario, sugieren que esta actividad
se complemente con el uso de guías o protocolos. Desde
lo académico, los participantes reconocieron la necesidad
de tener conocimiento claro y oportuno de los objetivos
y competencias relacionados con la práctica de Telesalud.
También manifestaron la necesidad de ajustes didácticos
y evaluativos como la retroalimentación del proceso, para
así poder identicar sus debilidades teórico-prácticas.
En cuanto al pregrado, los participantes observaron
dicultades administrativas por la novedad y la premura
impuestas por la pandemia. Reeren la necesidad de
nivelación de conceptos básicos relacionados con primeros
auxilios, semiología y farmacología. Frente al abordaje de la
historia clínica, armaron no contar con espacios en el plan
de estudios que les permitieran apropiarse de ella y poder
aplicar elementos útiles en las prácticas y la vida laboral.
En la denominada oportunidad laboral, esta práctica
conguró una importante proyección; las actividades
realizadas allí se fueron creando y transformando como
una nueva posibilidad de desarrollo para los futuros
instrumentadores y varios de los participantes se
vincularon laboralmente una vez recibieron su título.
Por último, en la práctica comunitaria reconocieron
la existencia de antecedentes de esta actividad en el
pregrado, especícamente en instituciones de educación
precedente, pero no les atribuyen a estas actividades un
verdadero signicado para su formación. Respecto a la
práctica comunitaria con el enfoque de Telesalud en el
LivingLab, los estudiantes aclaran que no reemplaza la
práctica quirúrgica convencional, la cual debe realizar todo
estudiante de IQ y que constituye una parte destacada de
su objeto de estudio.
Los datos recolectados y presentados antes permiten dar
respuesta a la pregunta planteada: ¿Cuál es la pertinencia
de la práctica en Telesalud que desarrollan los estudiantes
de IQ de la Universidad de Antioquia en cuanto práctica
comunitaria, y de qué manera ésta contribuye a la formación
integral de los profesionales? En este contexto es necesario
partir del prisma teórico que atravesó esta investigación:
en 1937 Herbert Blumer desarrolló el concepto de
interaccionismo simbólico, que convoca los siguientes
postulados: a) el ser humano orienta sus actos a las cosas en
función de lo que estas signican; b) el signicado de las
cosas surge de la interacción social que cada uno establece
con estas y, c) los signicados se manipulan y modican
mediante un proceso interpretativo desarrollado por la
persona al frente con las cosas que va encontrando a su
paso.
10
En ese mismo sentido González reconoce que es una
tendencia distintiva del paradigma interpretativo, cuyas
orientaciones metodológicas comparten las ideas básicas del
proceso hermenéutico, pues se enfoca en comprender la vida
DISCUSIÓN
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social a partir de la interpretación de los signicados que el
hombre le concede a sus acciones.
11
Las realidades humanas,
la manera como se dan las relaciones, la construcción de
signicados, sus interacciones, las costumbres y creencias,
permiten la comprensión de las percepciones, que orientaron
los resultados de esta investigación.
Bajo las anteriores premisas y recogiendo las percepciones
de los estudiantes, se identicaron varios aspectos: la
contribución que los estudiantes consideran que hicieron
al mejoramiento de la salud de los pacientes por medio de
la línea de Telesalud; la motivación que los llevó a salir
del plano de lo habitual en lo quirúrgico para buscar
nuevas perspectivas y avances en su formación durante la
pandemia, lo signicativo que fue su adaptación al proceso;
las oportunidades de mejora identicadas para el pregrado
en IQ y el reconocimiento de que esta práctica aporta a la
formación integral de los estudiantes, sin desconocer la
importancia de lo asistencial quirúrgico en el pregrado y
factores como el estrés académico y el miedo a la enfermedad,
manifestados por algunos participantes.
En este mismo sentido, se tuvieron en cuenta varios
referentes conceptuales que orientaron el análisis de los
datos, entre ellos la atención primaria en salud (APS) como
un contenido curricular fundamental en la formación del
estudiante de IQ, que integra estrategias que permiten el
desarrollo de capacidades no solo en situaciones de estrés sino
en la vida cotidiana, como lo arma Min
12
, ambos asuntos
se cruzan y se apropian desde el aprendizaje experiencial,
lo cual es un proceso clave porque permite la integración
de los saberes de los estudiantes, además de vincularlos con
el mundo real en una perspectiva educativa
13
, incluyendo
lo que Espinar menciona “la educación actual desde
los enfoques de Dewey, Lewin y Kolb, ideólogos de una
pedagogía experiencial, fundadora de la importancia de los
conocimientos a priori para la obtención de aprendizaje”.
14
Además, se consideró la formación integral desde la
perspectiva alemana bildung, que puede denirse como “el
cuidado de sí desde una perspectiva que incluye a otros”
15
,
que comprende tanto el aprendizaje y el crecimiento
individual como el colectivo desde el punto de vista del
desarrollo humano, y que conecta con la Ley 30 de 1992
16
,
en lo relativo a profundizar en la formación integral de los
colombianos capacitándolos para cumplir las funciones
profesionales, investigativas y de servicio social que
requiere el país.
Por último, se tuvo en cuenta la exibilidad y la
interdisciplinariedad que se articulan con el enfoque de
la adquisición de competencias.
17
El sujeto debe saber
hacer en el contexto que enfrenta, que es cambiante,
incierto y actual; así la competencia surge del análisis y
la síntesis de la relación que hay entre sujeto-contexto-
acción-transformación
18
, por eso Carmona arma que se
deben desarrollar competencias personales, sociales y
profesionales como centro del aprendizaje, que solo es
posible desde una mirada globalizada
19
,
debido a que los
propósitos de formación actuales propenden por un ser
integral que aborde los problemas del mundo de la vida
en forma holística.
20
En medio de estas reexiones sobre la
caracterización de los procesos académicos de la práctica en
Telesalud, se encontró una actividad bien planeada; también
se identicaron actores, roles e interacciones interpersonales
y epistemológicas, que dan cuenta de un diálogo de
saberes desde una perspectiva interdisciplinar; al igual
que se evidenciaron metodologías para el aprendizaje y la
enseñanza caracterizadas por su exibilidad y pertinencia.
En cuanto a las actividades académicas, si bien muchas
de ellas no son habituales en el pregrado, sí pretenden una
formación integral, lo cual se sustenta en los principios de la
educación en salud, la comunicación asertiva, el aprendizaje
interprofesional y el trabajo colaborativo. Estas actividades
también incluyeron elementos distintivos como el frecuente
uso de las tecnologías de la información y la comunicación
para la salud. Lo mencionado lleva a considerar que la
Telesalud como práctica es una opción con utilidad formativa
para el IQ.
La pertinencia de la práctica en Telesalud y su contribución
para la formación de los estudiantes del pregrado en IQ
desde lo pedagico, se conectó con la responsabilidad
social y el vínculo generado con la comunidad en cuanto
la labor educativa para la salud, la adaptación a nuevas
situaciones, el diálogo de saberes entre profesiones, el
manejo de las emociones y la experiencia se desarrollaron
allí como algo único. En lo curricular, las nuevas miradas
que la práctica permitió son también un aporte, pues
contemplan para los estudiantes un contexto formativo
más amplio y el acercamiento al mundo laboral. Por último,
desde lo didáctico, son relevantes los nuevos ambientes de
aprendizaje que se dispusieron para la práctica académica,
en los que se promueve la exibilidad. En la literatura actual
no se encontró evidencia de otras investigaciones enfocadas
de manera especíca en estudiantes de instrumentación
quirúrgica durante la pandemia, sin embargo existen
varios autores cuyos trabajos permiten triangular los
resultados. González Velásquez
21
en su investigación en
estudiantes universitarios sobre estrés académico asociado
con la pandemia, considera que este fenómeno ha venido
en aumento y ha signicado una marcada disminución de
la motivación y rendimiento académico, acompañado de
ansiedad y dicultades familiares, datos muy cercanos a los
hallados en esta investigación.
En relación con la capacidad de adaptación y la inteligencia
emocional, Guerrero y col.
22
en su estudio “Análisis
exploratorio de la relación entre ansiedad e inteligencia
emocional en estudiantes universitarios cuidadores y no
cuidadores durante la pandemia del coronavirus, caso
Cuenca, Ecuador”, concluyeron que no existen diferencias
signicativas entre el grupo de cuidadores y no cuidadores,
mientras que se encontró una correlación signicativa entre
la ansiedad y los niveles de inteligencia emocional. Así,
niveles altos de ésta, producen bajos de ansiedad psíquica,
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lo que nos permite validar hallazgos propios, toda vez que
los estudiantes de nuestra investigación mostraron una
tendencia similar. Esta práctica académica como nuevo
escenario, conguró expectativa y curiosidad, ya que lleva al
estudiante fuera del campo asistencial habitual. Al respecto,
el estudio de San Juan y col.
23,
acerca de experiencias y
alternativas académicas en la Universidad de Ciencias
Médicas de Cienfuegos durante la COVID-19, mostró
que tales experiencias y alternativas de reordenamiento
docente desarrolladas en nuestra investigación cumplieron
con el propósito de orientar a los estudiantes en forma
apropiada para lograr una actuación segura y proactiva
ante circunstancias complejas, de las cuales no se
conocían antecedentes cercanos. Estas experiencias a su
vez constituyen un estímulo para la incorporación de
escenarios alternativos, el uso de la tecnología a distancia,
los recursos digitales y un reforzamiento de la misión social
de la educación médica. Si bien esta práctica académica se
propuso como una respuesta a las necesidades formativas
del pregrado durante la pandemia, los resultados de la
práctica y de esta investigación dan cuenta de su posibilidad
de continuidad, pues fue un proceso que se contextualizó
en el campo disciplinar y que fue consolidándose, no solo
para resolver la necesidad de la práctica, sino también para
mejorar el espectro de conocimientos de los participantes y
la atención adecuada a los pacientes.
Tal proceso de contextualización es afín a lo que Fischer,
Rohde y Wulf denominan modelo de aprendizaje en red
basado en las comunidades de práctica y la cognición
situada, donde el alumnado pueda alternar su rol como
aprendiz con el de contribuidor a la construcción
activa de conocimientos
24
; esta misma línea de análisis la
reexiona Rodríguez en su trabajo currículum, educación
y cultura en la formación docente del siglo XXI desde la
complejidad, armando que “la formación profesional en la
construcción de su identidad cultural conlleva al docente
a la conformación de un currículum social, crítico y
humanista, que intenta mostrar nuevos espacios educativos
que ofrezcan vías de salida a las problemáticas vitales que
rodean a los estudiantes cuando intentan aprender, generen
un espacio de sensibilidad por la dimensión humana de
los saberes y desplieguen la toma de conciencia de sus
realidades personales y sociales”.
25
Para terminar, la práctica en Telesalud rearma el valor
del proceso curricular, comprendido como esa reexión,
conceptualización y recontextualización que, según Goyes y
Uscátegui, es un conjunto de acciones para la construcción
y transformación teórico-práctica de un currículo, en las
que interactúan diferentes agentes educativos.
26
Limitaciones del estudio: solo se incluyó el grupo de
estudiantes, lo que puede congurar una potencial limitación
a la hora de transferir los datos a otras experiencias que
integren a los demás actores. El resultado de las tensiones
académicas y la presencia de la enfermedad COVID-19
en los participantes o sus familias, pudo llevar a sesgos
en las respuestas frente a las entrevistas. La evaluación
de esta práctica no contempló los estándares mínimos
para proponer mejoras, por ello existen limitaciones para
recomendarla como una actividad cotidiana del pregrado
dentro del plan de estudios. Fortalezas del estudio: se contó
con la triangulación de datos y de metodologías, a través de
un software de análisis cualitativo.
Hay evidencia de la necesidad de ampliar el panorama
profesional y formativo del futuro instrumentador, tendiente
a ubicarse en otros escenarios que promuevan su capacidad
de trabajo interdisciplinar y donde se apropie de su rol
como personal del área de la salud. La práctica académica
en Telesalud posibilita nuevos ambientes de aprendizaje
que fomentan el desarrollo profesional y que no reemplaza
la práctica quirúrgica o asistencial. El ejercicio práctico
descrito logró la generación de interacciones horizontales
y diálogo de saberes, además aportó en la adquisición de
habilidades blandas como escritura, trabajo en equipo,
raciocinio, solución de problemas, comunicación asertiva
e inteligencia emocional. Se evidenció estrés académico,
incertidumbre y presión externa en el desempeño de
los estudiantes en algunos momentos de la práctica,
posiblemente relacionados con la falta de preparación.
CONCLUSIONES
REFERENCIAS
Los autores no declaran ningún conicto de interés.
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