
de Medicina y Cirugía
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REPERT MED CIR. 2025;34(2):209-215
estudiantes, sino también de las clases, el entorno, los
docentes, así como los sentimientos y sensaciones a lo largo
de su formación virtual.
Percepción global frente a la formación mediada por
las tecnologías de la información y las comunicaciones
Se evidencia que la transformación digital de una carrera
que requiere presencialidad generó numerosas percepciones
negativas en los estudiantes del programa. La falta de
los laboratorios dejó muchos vacíos en el conocimiento
respecto a las prácticas y el instrumental en todos los
que comenzaban o estaban cerca a sus prácticas clínicas.
Comentaban "este semestre hemos tenido la oportunidad, de
asistir los jueves, pero aun así no es suciente porque uno va
un día y lo que alcanza a ver en las 4 horas de clases, no ayuda
mucho para lograr reconocer el instrumental que nos muestran
en el laboratorio de cirugía experimental”. Se hace énfasis en
las prácticas en los anteatros y la interacción física entre
estudiante-docente, además de no poder consultar un libro
físico en la biblioteca para repasar lecturas o imágenes
virtuales.
Al comenzar la pandemia, se logró ver que no todos
tenían una conexión al servicio de internet estable e
inclusive no contaban con las herramientas como un portátil
o computador “por mi parte fue un poquito brusco porque
mi casa no contaba con una red de wi estable"(...), lo que
dicultó en gran medida la participación de los estudiantes.
Algo para destacar es el esfuerzo doble para los estudiantes
del programa que vivieron esta pandemia, pues el trabajo
independiente se duplicó, los tiempos de comida y familiares
era escasos, algo que se evidencia en estudios como el de
AI-Kumain NH y col.
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Algunos presentaron problemas de
salud respecto a la ergonomía al permanecer largas jornadas
en una posición igual frente al computador, algo que
también se demostró en estudios como el de Paradina RM y
col.
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La comunicación con los docentes fue buena, las
herramientas tecnológicas ayudaron a generar esa interacción
pantalla-pantalla, pero sí se encontraron dicultades en
los tiempos, puesto que a veces los docentes tardaban en
contestar o estaban también en otras actividades y no
era tan fácil como cuando solo los localizaban de manera
presencial. También se destaca la importancia de la labor
del representante de cada semestre, pues gracias a él fue más
fácil la comunicación docente-estudiante, pero al mismo
tiempo estos se sentían agobiados ya que si algo fallaba,
sus compañeros recurrían a ellos sin importar la hora o la
actividad que estuviera realizando.
Para Fandos, el avance de la ciencia y la tecnología ha
permitido y demostrado que algunos aspectos, como la
trasmisión de la información, son indispensables en los
procesos de educación.
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Sin embargo, se menciona también
la importancia de no caer en el error de pensar que el uso de
tecnologías de la información y las comunicaciones impide
que el proceso de aprendizaje sea didáctico, puesto que
todo debe ir en conjunto para tener éxito en el proceso de
educación a través de las TIC.
Lo anterior permitió entender la percepción de los
entrevistados que en su mayoría fue negativa. Para que una
formación mediada por la tecnología resulte exitosa, debe
ser un proceso didáctico en el cual se apliquen fundamentos
teórico-prácticos, sin embargo en ese momento no se podía
realizar debido al connamiento que obligaba a estudiantes
y docentes a usar la virtualidad todo el tiempo, lo cual es
importante cuando se pretende transformar la educación
hacia un modelo más seguro y sostenible.
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Según la
autora Consuelo Belloch, las tecnologías de la información
y telecomunicación deben ser un apoyo a la enseñanza
presencial, integrando todo un conjunto de recursos que
permitan que el aprendizaje sea algo enriquecedor.
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Sentimientos y sensaciones originadas por los
entornos de la formación virtual
Encontramos que los entrevistados durante la virtualidad
tuvieron un sube y baja de emociones que logró afectarlos
en gran medida. Enfocándonos en los comentarios positivos,
hallamos que los estudiantes de primeros semestres ya
tenían una idea de cómo era la educación virtual, pues el
último grado escolar se desarrolló bajo esta modalidad, por
lo que el pasar a la universidad para ellos no fue un cambio
muy drástico, generando comentarios como, “(…) me causa
mucha felicidad y puede que yo esté en primero, pero cada clase
la disfruto y estoy muy feliz de estar acá (…)". Esta actitud
ayudó a revelar con sorpresa que el grado de cooperación
existente era mayor que en los semestres avanzados,
describiendo sentimientos como orgullo, motivación
y superación para seguir avanzando en el pregrado de
instrumentación quirúrgica.
Analizando los comentarios negativos, no solo triplicaban
la cantidad de los positivos, sino que fueron varias las
razones que los desencadenaron, destacando que el miedo,
pena, inseguridad y hasta el bullying lograron afectar el
desarrollo de las clases, siendo descrito como ese silencio
incómodo en el cual el profesor preguntaba y nadie se sentía
en capacidad de responder: “(…)” sí como un poquito
incómodo porque dudaba de expresar un comentario. O bien
como lo expresaron otros participantes: “(…) creo que es
un miedo como de una inseguridad mía que siento que, si yo
no hago algo bien y los demás están en desacuerdo conmigo,
como que me siento muy presionado (…)” o “(…) yo siempre
pensaba quién se estará burlando de uno.
Se observó que no solo se sentían afectados por la carga
académica, sino por el trasfondo que tenía la virtualidad,
entre los comentarios más repetidos tenemos el sentimiento
de agotamiento, pues al estar enfrentados largas jornadas a
un computador se generaba un desgaste mayor y cefaleas
casi diarias, como lo comparte este participante “(…)
sí tenía como un dolor de cabeza que duraba todo el día,
literalmente nunca se iba… un cansancio físico eterno, uno se
cansa demasiado (…) "