REPERT MED CIR. 2020; 29(3):179-184
de Medicina y Cirugía
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de las historias clínicas de pacientes registrados en dos
centros de atención en la ciudad de Bogotá durante 6 años,
demostrando que el sexo, edad, tensión arterial sistólica,
escala Glasgow, mecanismo de trauma y zona anatómica
fueron las variables que se asociaron con mayor riesgo
de mortalidad y se estableció que en concordancia con
la literatura mundial, el sexo masculino fue la población
más afectada con una proporción hombre: mujer 2.5:1.
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Además se observó una asociación entre edad y mortalidad
ya que a medida que envejece la población tienen mayores
comorbilidades acumulables y que asociado al trauma
tendrá un mayor riesgo de mortalidad; como lo referido en
el estudio realizado por Alberdi y col. donde concluyen que
“Los pacientes mayores de 65 años son una cohorte creciente.
Para niveles lesionales similares tienen el doble de mortalidad
que los jóvenes, debido a su elevada comorbilidad y los
tratamientos asociados”.
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La tensión arterial sistólica estableció una relación de
riesgo con la mortalidad dado que conforme incrementa
esta, se redujo el riesgo de muerte con signicancia
estadística; hallazgos que son comparables con el estudio
de Prashant Bhandarkar y col. donde se determinó una tasa
de mortalidad de 24%, siendo mayor en los pacientes que
cursaban al ingreso con hipotensión y bradicardia.
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Así mismo se registró que el tipo de trauma más prevalente
fue el craneoencefálico con 58.6% del total de la muestra,
siendo el contundente el mecanismo más común. Cuando
se estableció relación de riesgo de escala de Glasgow con
mortalidad, se evidenció que a medida que incrementa el
puntaje se redujo la mortalidad. Citando el artículo de
Alberdi F, García I, en el que reere que el trauma grave
es la sexta causa de muerte y la quinta de discapacidad en
el mundo, siendo el craneal el más incidente, con mayor
morbimortalidad y secuelas más graves y duraderas.
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En
el artículo de Luna y col.
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concluyeron que 24% de la
población correspondió a trauma craneoencefálico, datos
que se correlacionan con los de nuestra población.
Los resultados pudieron verse afectados debido a que
los traumas en extremidades se asociaron con lesiones
vasculares
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; como en el caso de un paciente que ingresó
al servicio de urgencias por accidente de tránsito con
fractura abierta de tibia y peroné derechos, y al ser llevado
a procedimiento quirúrgico evidenciaron lesión vascular
de 50% de la arteria tibial posterior y peronea derecha,
llevando a choque hipovolémico refractario al tratamiento
y muerte.
En el presente estudio se declaran varias limitaciones,
entre ellas el registro de la historia clínica incompleta dado
a que hubo información importante que no se consignó
como distancia de la caída y si hubo más de un sistema
comprometido, ya que solo se tuvo en cuenta la zona de
mayor impacto. Otra limitación está condicionada por el
poco número de eventos dentro de la muestra recolectada.
Además, no hubo denición clara del mecanismo de trauma,
generando heterogeneidad al momento de consignar éste en
CONCLUSIONES
Los autores declaran no tener conicto de intereses.
No se recibió nanciación para la realización del proyecto.
CONFLICTO DE INTERÉS
FINANCIACIÓN DEL PROYECTO
Este estudio determinó que existe asociación entre la edad,
escala de Glasgow, tensión arterial sistólica y el desenlace
de mortalidad en pacientes traumatizados. El trauma
craneoencefálico y el accidente de tránsito fueron los más
prevalentes en cuanto a zona anatómica y mecanismo de
trauma respectivamente.
REFERENCIAS
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la historia clínica (estableciendo diferencia entre trauma
contundente secundario a accidente de tránsito y caída de
altura).
Para nalizar, la mortalidad por trauma representa una
prioridad en salud pública, ya que supone para la sociedad
elevados costos, teniendo en cuenta que el grupo etáreo más
afectado es la población económicamente activa, generando
impacto en años de vida perdidos.
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