
REPERT MED CIR. 2020; 29(3):157-163
de Medicina y Cirugía
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Las lesiones de la raíz posterior de los meniscos no fueron
entidades reconocidas durante mucho tiempo, a pesar de
que existen algunos reportes de avulsiones meniscales con
fragmento óseo que datan de 1935. Fue el grupo de Pagnani y
col.
1
quienes las describieron en 1991 en un caso de menisco
interno en un joven atleta. A pesar de tener diagnóstico, la
mayoría de casos fueron tratados mediante meniscectomía
parcial debido a que no se sabían reparar. Así mismo, no
se entendía la gravedad de la misma y la utilidad de jar el
menisco lesionado. La aparición de la resonancia magnética
fue de gran utilidad para reconocer esta entidad y fue sin
duda una excelente herramienta para diagnosticarla y
crear estrategias de tratamiento. La mayoría de la literatura
disponible hace énfasis en el menisco medial, sin embargo
todos esos conceptos también son aplicables en las lesiones
del menisco lateral.
2-4
Existe una distribución bimodal en las lesiones de la raíz
de los meniscos,
5,6
un primer pico aparece en pacientes
que han presentado un trauma en la tercera década de
vida alrededor de los 22 años. Se asocian con rupturas
del ligamento cruzado anterior y por lo regular ocurren
en el cuerno posterior del menisco lateral. También se
han asociado con lesiones multiligamentarias. El segundo
pico ocurre en la sexta década de la vida alrededor de los
55 años y casi siempre obedecen a causas degenerativas
aisladas, en pacientes con sobrepeso. Las lesiones de la
raíz posterior del menisco medial tienen como factores de
riesgo el sexo femenino, un alto índice de masa corporal y
bajo nivel de actividad física.
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Otras lesiones de la raíz se
presentan con mayor frecuencia en hombres que practican
deportes de impacto, que ante el compromiso de la raíz del
menisco lateral existe un alto riesgo de ruptura asociada del
ligamento cruzado anterior (OR 10,3 IC95% 2,62, 42,5).
8
En
los hombres hay mayor riesgo de severidad (OR 7.38 IC95%
1,92, 27,61).
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La forma más común de presentación clínica de una lesión
de la raíz meniscal es muy parecida a la del cuerno posterior
de los meniscos, sin embargo la aparición es de inicio súbito
con dolor más severo y típicamente se encuentra un dolor
en la interlínea posteromedial o posterolateral, según sea el
caso.
10,11
Al examen físico se halla efusión articular, limitación
para la exión completa y signo de McMurray positivo. Las
radiografías suelen ser normales excepto cuando ocurre una
avulsión con fragmento óseo, lo que simularía un “osículo
INTRODUCCIÓN
EPIDEMIOLOGÍA
PRESENTACIÓN CLÍNICA Y DIAGNÓSTICO
meniscal”.
10,12,13
La resonancia magnética es fundamental en
el diagnóstico, ofrece una sensibilidad entre 68 y 100% y es
bien conocido el signo del “menisco fantasma” por ausencia
de la inserción del menisco en los cortes sagitales.
13,14
También se puede apreciar la amputación abrupta de la raíz
posterior en los cortes coronales así como una lesión radial
en la misma vista. Pero sin duda, la más importante es la
extrusión meniscal de más de 3 mm en los cortes coronales,
al nivel del tercio medio del ligamento colateral medial. Si
se presenta una extrusión meniscal de 3 o más milímetros,
puede existir una lesión de la raíz o adyacente a la raíz hasta
en 88% de los casos; sin embargo, si es menor de 3 mm solo
se verá en 3% de los mismos y seguramente serán lesiones
radiales mayores de 50% o degenerativas con varios planos
de clivaje
13-16
(guras 1 a 3).
Figura 1. Signo de menisco fantasma.
Figura 2. Amputación de la raíz.