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REPERT MED CIR. 2021; 30(1):53-58
Gary Andrés Baquero MDa
Jessica Cuervo MDb
Evelin Moscoso MDc
Diana Milena Bocanegra MDd
Grégory Alfonso García+ MDe
aMedicina Interna, Fundación Universitaria Juan N. Corpas, Hospital Universitario, Clínica San Rafael, Bogotá DC, Colombia.
b Fundación Universitaria Juan N. Corpas, Hospital Universitario, Clínica San Rafael, Pregrado Universidad Nacional de Colombia (UNAL).
Bogotá DC, Colombia.
c Fundación Universitaria Juan N. Corpas, Hospital Universitario Clínica San Rafael, Bogotá, DC, Colombia.
d Fundación Universitaria San Martín, Hospital Universitario, Clínica San Rafael, Bogotá DC, Clínica San Rafael, Bogotá DC, Colombia.
e Médico, MSc, Miembro Cuerpo Cientíco Académico y Cientíco, Unisanitas (FUS) - Colsanitas, Grupo de Medicina Translacional,
Departamento de Medicina Interna y Enfermedades Infecciosas-Instituto de Investigación, Organización Sanitas Internacional (-OSI-
Keralty). Miembro Cuerpo Asesor y Académico Escuela de Altos Estudios Medicina y Ciencias de la Salud (EAEMCS)-Urosario, Miembro
Cuerpo Asesor y Académico EDUNEURO Colombia. Bogotá DC, Colombia.
Introducción: las infecciones por cándida en el ámbito intrahospitalario han ido en ascenso en las últimas décadas en
especial en las unidades de cuidado intensivo (UCI), dado el uso cada vez más frecuente de antibióticos de amplio espectro
y de procedimientos invasivos tanto diagnósticos como terapéuticos. Hoy se consideran las especies de cándida como la
cuarta causa de infección del torrente sanguíneo en los Estados Unidos de Norteamérica, con alto riesgo de complicaciones
que incluyen endocarditis, trombosis y embolismo séptico al sistema nervioso central (SNC) entre otros. En relación con la
endocarditis por especies de cándida, se ha considerado de mal pronóstico por el alto riesgo de afectación al SNC, por lo que
se ha recomendado el manejo quirúrgico como piedra angular de su tratamiento. Presentación del caso: se describe el caso
clínico de un paciente con endocarditis y con candidemia por Candida parapsilosis a quien se le realizó manejo médico.
Palabras clave: candidemia, cardiología, cirugía cardiovascular, endocarditis, tratamiento médico, tratamiento quirúrgico.
© 2021 Fundación Universitaria de Ciencias de la Salud - FUCS.
Este es un artículo Open Access bajo la licencia CC BY-NC-ND (http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/4.0/).
R E S U M E N
INFORMACIÓN DEL ARTÍCULO
Historia del artículo:
Fecha recibido: julio 27 de 2018
Fecha aceptado: enero 24 de 2020
Autor para correspondencia.
Dr. Gary Andrés Baquero
garyabl@hotmail.com
DOI
10.31260/RepertMedCir.01217273.982
Heterogeneidad del tratamiento para Heterogeneidad del tratamiento para
Candida parapsilosisCandida parapsilosis
en endocarditis en endocarditis
micótica de válvula nativamicótica de válvula nativa
Types of treatments for native-valve endocarditis Types of treatments for native-valve endocarditis
due to due to
candida parapsilosiscandida parapsilosis
Reporte de caso
ISSN: 0121-7372 • ISSN electrónico: 2462-991X
de Medicina y Cirugía
Vol.
30
N°1 . 2021
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de Medicina y Cirugía
REPERT MED CIR. 2021; 30(1):53-58
ABSTRACT
DISCUSIÓN
Nosocomial Candida infections have increased in the last decades particularly in the intensive care units (ICU) due to the
rise in broad-spectrum antibiotics usage and invasive diagnostic and therapeutic procedures usage. Today, Candida species
are recognized as the fourth causative organisms of endovascular infection in the United States of America posing a high
risk of endocarditis, thrombosis and septic embolization to the central nervous system (CNS). Endocarditis due to Candida
species is associated with a poor prognosis because of the increased risk of CNS involvement for which surgical approach
has been recommended as the cornerstone of therapy. We hereby report a patient with endocarditis and candidemia due to
Candida parapsilosis, who received medical management.
Key words: candidemia, cardiology, cardiovascular surgery, endocarditis, medical treatment, surgical treatment
© 2021 Fundación Universitaria de Ciencias de la Salud - FUCS.
This is an open access article under the CC BY-NC-ND license ( ñhttp://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/4.0/).
La candidiasis es una afección que en sus diversas
variedades afecta a más de 250.000 personas al año en todo
el mundo, con una mortalidad anual que oscila alrededor de
50.000. Afecta con mayor frecuencia a pacientes internados
en unidades de cuidado intensivo (UCI), siendo la cuarta
causa de infección del torrente circulatorio en este ámbito
(septicemia fúngica o fungemia).1 La citología fúngica
representa entre 1 y 10% del total de las endocarditis
infecciosas reportadas en los Estados Unidos, tasa que va
en aumento con una mortalidad cercana a 50%.2 La Cándida
albicans es la especie aislada con mayor frecuencia con
40-50% de los casos de endocarditis, seguida de Cándida
parapsilosis 33%, Cándida glabrata y Cándida tropicalis
(4.5%). El Aspergillus spp, es responsable de 20 a 25% de
las endocarditis fúngicas que se producen en especial en
las válvulas cardiacas protésicas, siendo menos frecuentes
El caso clínico corresponde a un paciente masculino de
77 años de edad con antecedente de cardiopatía isquémica
e hipertensiva, hipertensión arterial crónica, enfermedad
pulmonar obstructiva crónica (EPOC) y secuelas de
evento cerebrovascular, que ingresa al servicio de
urgencias por cuadro clínico de 2 días de evolución con
episodios eméticos múltiples de contenido alimentario,
asociados con hematemesis. El grupo de cirutgía general
consideró una obstrucción intestinal y la laparotomía
exploratoria evidenció hernia ventral encarcelada.
Durante el procedimiento quirúrgico presentó perforación
de asa intestinal, evolución clínica tórpida, deterioro
hemodinámico con requerimiento de ventilación mecánica
y soporte vasopresor. Durante la estancia en la UCI necesitó
múltiples lavados quirúrgicos de la cavidad peritoneal para
controlar el foco séptico, presentando infección de la herida
quirúrgica. Se hace aislamiento de Klebsiella oxytoca patrón
ß-lactamasas de espectro extendido o ampliado (BLEA/
BLEE), Aeromona veronni C AMPC (del inglés- AmpC
cephalosporinase) y Morganella morgani patrón KPC (del
inglés- Klebsiella pneumoniae carbapenemase) en liquido
peritoneal, para lo cual recibió tratamiento con meropenem
y linezolid durante 14 días.
Al culminar la terapia antibiótica el paciente persistió
con signos de respuesta inamatoria sistémica (SIRS),
requerimiento de soporte vasopresor y elevación de los
reactantes de fase aguda. Se calculó el score de León, con
un valor de 3.942, considerando como probabilidad elevada
una infección por cándida. Se realizaron hemocultivos
de control con aislamiento de Cándida parapsilosis, con
patrón de sensibilidad intermedia al uconazol y sensible
a equinocandinas.
Se amplían los estudios para descartar fungemia,
complicada con evidencia en el ecocardiograma
transesofágico de insuciencia aórtica grado II y presencia
INTRODUCCIÓN Y CONTEXTO TEÓRICO
de una vegetación de 7 a 8 mm. Se solicitó tomografía (TAC)
de cráneo y resonancia magnética nuclear (RMN) cerebral,
sin evidencia de embolismo al sistema nervioso central (SNC).
Fue valorado por el servicio de oftalmología, descartándose
la presencia de endoftalmitis. Se inició manejo antimicótico
con caspofungina y uconazol. Valorado por el grupo de
cirugía cardiovascular consideraron perentorio el manejo
quirúrgico dado el estado crítico del paciente y el soporte
hemodinámico. Se realizó control ecocardiográco a las dos
semanas de manejo médico, sin evidencia de vegetación.
El paciente presentó evolución clínica satisfactoria,
resolución de signos de SIRS y sin falla cardiaca. Se dió
de alta a los 42 días de cubrimiento con caspofungina y
con indicación de continuar uconazol hasta completar 6
semanas más.
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de Medicina y Cirugía
REPERT MED CIR. 2021; 30(1):53-58
Coccidioides, Cryptococcus, Histoplasma y Blastomyces.2 En
Colombia los datos de mayor signicancia bioestadística
epidemiológica los aporta el departamento de Antioquía.
Un estudio realizado en una UCI de Medellín mostró que
en Colombia (para ese contexto), la especie más frecuente es
Cándida albicans con 43,6%, seguida de Cándida tropicalis
23,4%, Cándida parapsilosis 13,9%, Cándida glabrata
9.5%, Cándida guilliermondii 3.6%, Cándida krusei y otras
con 2.7%.3
Son varios los factores que han favorecido el aumento de las
infecciones en el torrente sanguíneo por especies de cándida:
la colonización de la levadura en piel, mucosas y vía aérea
presente en cerca de 50% de los pacientes al momento del
ingreso, así como la necesidad de intervenciones invasivas
y el uso de nutrición parenteral, por lo que en 2006 se llevó
a cabo un estudio de cohorte prospectivo, con el n de
evaluar los factores de mayor probabilidad de infección por
cándida en UCI y establecer un score de riesgo. Este último
conocido como cándida score o score de León, tiene como
variables la colonización multifocal, cirugía al momento de
ingreso a UCI, sepsis y nutrición parenteral total. Cada
una tiene un coeciente de riesgo; cuando se obtiene un
valor superior a 2,5, hay riesgo de candidemia con una
sensibilidad de 81% y especicidad de 74% (tabla 1).4
Un estudio prospectivo llevado a cabo en 94 pacientes
ingresados a UCI con evidencia de sepsis o choque
séptico, demostró que el score de León no solo es útil para
establecer el riesgo de candidemia, sino que su valoración
precoz permite un rápido inicio del manejo antifúngico con
impacto en la mortalidad.5
Las infecciones por el hongo del género biológico
dimorfo (levadura-micelio) cándida, son la causa más
común de enfermedad fúngica o micótica invasora. Más
de 150 especies distintas forman el género, siendo 15 de
estas reportadas como agentes de infección en humanos,
como son: Cándida albicans, C. glabrata, C. tropicalis, C.
parapsilosis, C. krusei, C. guilliermondii, C. lusitaniae, C.
dubliniensis, C. pelliculosa, C. kefyr, C. lipolytica, C. famata,
C. inconspicua, C. rugosa, y C. norvegensis. La Cándida
albicans ha sido aislada a partir de muestras de origen
animal en ambientes hospitalarios, comida y aceites, y las
de otras especies se han encontrado en ambientes animales.
Desde 2009 se ha reportado la signicancia infectológica de
Cándida auris, microorganismo emergente multirresistente
a infectofármacos fungicidas, que puede causar infecciones
invasivas con alta mortalidad. Se aisló por primera vez de
una muestra de material de otitis externa en un paciente
en Japón (Satoh, K., y col. Cándida auris sp. nov., A novel
ascomycetous yeast isolated from the external ear canal of
an inpatient in a Japanese hospital. Microbiol Immunol,
2009. 53(1): p. 41-4.). Hoy este organismo se considera
dentro de las alertas clínicas en Estados Unidos (2018)
(https://www.cdc.gov/fungal/candida-auris/tracking-c-
auris.html).
En relación con la genética y genómica de este cuadro
infeccioso, aportadas por la base de metadatos de información
genética y herencia mendeliana humana (OMIM, del inglés-
Online Mendelian Inheritance McKusick-: https://www.
omim.org/search/?index=entry &start=1&limit=10&sort
=score+desc%2C+prex_sort+desc&search=candidiasis),
se puede concluir que existen patrones de herencia
mendelianos, rasgos genéticos polimórcos de
susceptibilidad y potencialmente en el futuro, será
posible el descubrimiento de rasgos genéticos polimórcos
de protección frente a la infección invasiva. Con esta
información se puede hacer la siguiente clasicación.
Inmunodeciencias de patrón autosómico y con alta
predisposición infección candidiásica (del inglés-
Candidiasis Autosomic Familial –CANDF-), con 9 genes
identicados (CANDF1, CANDF2, CANDF3, CANDF4,
CANDF5, CANDF6, CANDF7, CANDF8 y CANDF9), con
posibilidad de ocurrir en forma familiar (tabla 2).
60 genes más de inmunodeciencias de patrón aislado
o heredofamiliares, al igual que variantes genómicas
(ejemplo: polimorsmos), que dan proclividad a la
infección. Dentro de la amplia variedad de genes, tiene
importancia el AIRE (del inglés-Autoimmune regulator-),
asociado con el sindrome de poliendocrinopatía
autoinmune tipo 1 con o sin displasia metasiaria
reversible (del inglés - APECED - autoimmune
polyendocrinopathy - candidiasis - ectodermal dystrophy
síndrome-). El gen AIRE se localiza cromosómicamente
en 21q22.3, y tiene un patrón variable, tanto autosómico
dominante, como recesivo. Es un gen clave en la selección
clonal tímica y en la generación de células T regulatorias
(TREG) naturales.
Dentro de lo que resultaría epigenética (ambiente
modulando expresión génica), se han descrito otros factores
de riesgo para infección invasiva por especies de cándida,
como son el uso de antibióticos de amplio espectro previo al
ingreso, inmunosupresión primaria o secundaria, enfermedad
renal crónica con o sin diálisis, diabetes no controlada
0.37
0.31
0.3
0.38
0.003
0.002
0.00
0.020
1.12
0.99
2.03
0.98
Cándida Score= 0.98 *(nutrición parenteral total) + 0.99 * (cirugía) + 1.11 * (colonización multifocal) + 2.03 * (sepsis severa). Fuente: los autores.
Variable Coeficiente b Error estándar P
Colonización multifocal
Cirugía en la admisión a UCI
Sepsis severa
Nutrición parenteral total
Tabla 1. Score de León. Tomado con carácter estríctamente académico de León C, Ruiz-Santana S, Saavedra P. A bedside scoring system ("Candida
score") for early antifungal treatment in nonneutropenic critically ill patients with Candida colonization. Crit Care Med 2006; 24: 730-737
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pancreatitis y antecedente de trasplante de órgano sólido
o hematopoyético.1 En pacientes críticos se han señalado
también las transfusiones, el bajo peso con base en el índice
de masa corporal (IMC) y la puntuación APACHE III (del
inglés-Acute Physiology And Chronic Health Evaluation
III-) elevada.1
Tabla 2. Genética de las candidiasis de patrón heredofamiliar autosómico según OMIM
114580 114580 Autosómico dominante
Candidiasis
mucocutánea crónica,
con o sin, enfermedad
tiroidea
CANDIDIASIS
FAMILIAR (CANDF)
clasificación
CÓDIGO OMIM
DEL FENOTIPO
(Online Mendelian
Inheritance McKusick)
CÓDIGO OMIM
DEL GEN
(Online Mendelian
Inheritance McKusick)
Locus
génico Patrón de
herencia Particularidades
fenotípicas
Gen
CANDF1 2p22.3-p21
212050 607212 Autosómica recesiva Candidiasis
mucocutánea crónica
CARD9 (del inglés-
Caspase recruitment
domain-containing
protein 9-)
CANDF2 9q34.3
613953 605461 Autosómica recesiva (-)
(-)
IL17RA(del
inglés-Interleukin
17-Receptor-)
CANDF5/IMD51
(del inglés-
Immunodeficiency-51-) 22q11.1
614162 600555 Autosómica dominante
Otros fenotipos:
-IMC31A-del
inglés-Immunodeficienc
y 31A, mycobacteriosis,
autosomal
dominant-)-OMIM
614892
-IMC31B-del
inglés-Immunodeficienc
y 31B, mycobacterial
and viral infections,
autosomal
recessive-)-OMIM
613796
STAT1(del inglés-Signal
Transducer and
Activator of
Transcription 1-)
CANDF7/IMC31C
(del inglés-
Immunodeficiency 31C-) 2q32.2
613108 606264 Autosómica recesiva
-Candidiasis
mucocutánea crónica.
-Gen de susceptibilidad
para aspergilosis
CLEC7A (del
inglés-C-type lectin
domain family 7- ).
Otros nombres:
DECTIN-1 o
beta-glucano-receptor
CANDF4 12p13.2
613956 606496
Autosómica dominante
con penetrancia
incompleta
IL17F (del
inglés-Interleukin 17 F-)
CANDF6 6p12.2
(-)
616445 610925 Autosómica recesiva
IL17RC (del
inglés-Interleukin 17
receptor C-)
CADNF9 3p25.3
-PSORS13 (del
inglés-Psoriasis
susceptibility
13)-OMIM-614070
615527 607043 Autosómica recesiva
TRAF3IP2 (del
inglés-TRAF3-Tumor
necrosis factor
receptor-associated
factor 3 interacting
protein 2-)
CANDF8 6p21
607644 607644 Autosómica dominante
Baja producción de
ICAM1 en el fenotipo de
la variedad crónica
ungueal de manos y
pies, pero en ausencia
de genopatía del gen
codificante de esta
molécula de adhesión
celular
¿?
CANDF3
(o CANDN1 -del inglés-
Candida Familial
Chronic Nail-)
11p13-q12
¿?
La endocarditis micótica a pesar de las recomendaciones
sigue siendo un reto médico. Estas se basan en la experticia
de facultativos (o grupos de expertos con casuística
experiencial), dado que son pocos los estudios clínicos
aleatorizados que comparen la evolución clínica de los
pacientes con manejo médico, quirúrgicos o combinado.6
Fuente: los autores.
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En 2015 American Heart Association (AHA) publicó
las guías para el diagnóstico, tratamiento y manejo de las
complicaciones asociadas con la endocarditis infecciosa.
Plantean como opción de primera línea el reemplazo valvular,
además del inicio del tratamiento fungicida con anfotericina
B por seis semanas y consideran razonable continuar en el
largo plazo con uconazol dado el alto riesgo de recaída y
mortalidad, aun con terapia combinada (recomendación IB;
Evidence-Based Medicine Working Group November 1992;
"Evidence-based medicine. A new approach to teaching the
practice of medicine". JAMA. 268 (17): 2420–25.). Las guías
se basan en un metaanálisis publicado en 2005 por el Journal
of Infection, a partir de la revisión de las historias clínicas
de pacientes con endocarditis fúngica entre 1966 y 2002,
que reportó como aquellos con tratamiento combinado
tuvieron menor mortalidad OR (del inglés- Odds ratio-)
0,56, con un intervalo de conanza del 95% (0,16 – 1,99).6
En esta publicación se plantea también que aquellos casos
que no pueden ser llevados a cambio valvular cardiaco,
deben continuar terapia de supresión con uconazol oral
de por vida, como se vió en 20 de 21 pacientes que no se
consideraron candidatos a cirugía, con una sobrevivencia
de 95% en seis meses de seguimiento.6,7
Las guías publicadas en 2016 por la IDSA (del inglés-
Infectious Diseases Society of America-, (http://www.
idsociety.org/Index.aspx) respecto de las infecciones
por cándida, establecen un manejo dual para pacientes
con endocarditis considerando la inducción con terapia
antifúngica principalmente caspofungina o uconazol
en dosis altas (dentro de rango fármaco-terapéutico)
dependiendo del estado hemodinámico del paciente y
cirugía de reemplazo valvular, independientemente de si se
trata de una afección de válvula protésica o nativa, con un
nivel de recomendación fuerte y uno de evidencia bajo. En
el estudio publicado en 2001 en Clinical Infectious Diseases
“Fungal endocarditis: evidence in the world literature”, se
revisó la literatura respecto al reporte de casos analizando
270 ocurridos entre 1965 y 1995. Se evidenció que sólo
63% de los pacientes tuvieron reemplazo valvular, cuya
sobrevivencia fue más alta. Cabe destacar que no hubo
claridad en cuanto a la indicación de la cirugía, en 17% fue
por fracaso del tratamiento médico, en 33% por indicación
única, entre las que se enumeran la endocarditis per se, el
desarrollo de falla cardiaca, proceso embólico, inestabilidad
hemodinámica o sepsis persistente; en el 16% se llevó
a cabo la cirugía por causas múltiples: sepsis persistente,
falla cardiaca, sepsis y falla cardiaca, y sepsis y embolismo;
en 34% no hubo claridad respecto a la indicación del
procedimiento. Otros resultados de destacar fueron la falta
de claridad sobre la duración de la terapia antimicótica: sólo
54% recibieron tratamiento antes y después de la cirugía,
10% previo al procedimiento suspendiéndolo después de
realizado y a 36% de los pacientes se les inició la terapia
antibiótica posterior a la cirugía. A tres años de seguimiento
55% de los pacientes con esta modalidad de tratamiento
estaban vivos, en comparación con el grupo que recibió
manejo antifungico solo, donde la sobrevida fue de 36%.8
Por otro lado el estudio evidenció que la mortalidad no
depende sólo de la modalidad de tratamiento instaurado
sino de la especie aislada, encontrando que la sobrevivencia
fue mayor en quienes se aislaron cándidas y fue menor
en los casos de Aspergillus e Histoplasma también tiene
importancia la válvula comprometida, siendo mayor cuando
se trataba de la válvula mitral.
Otros estudios referenciados obedecen a reportes de series
de casos, con resultados similares a los expuestos.9
Hace poco la revista Circulation publicó “Long-Term
Clinical Outcome of Major Adverse Cardiac Events in
Survivors of Infective Endocarditis A Nationwide Population-
Based Study”, un estudio de cohorte transversal realizado
entre 2000 y 2009 con un total de 14.792 pacientes, que
tuvo por objeto evaluar la sobrevivencia en pacientes con
antecedente de endocarditis infecciosa, tomando como
puntos primarios el accidente cerebrovascular, el infarto
agudo del miocardio, el reingreso por falla cardiaca y la
muerte súbita; como puntos secundarios se evaluaron nuevo
episodio de endocarditis y mortalidad por todas las causas.
En este estudio el análisis multivariado evidenció que los
factores de mayor riesgo para reincidencia de endocarditis
infecciosa fueron: género masculino, antecedente de prótesis
mecánica y bioprótesis. Como punto de análisis se observó
en los 4.1 años de seguimiento un aumento en la recidiva
de endocarditis, accidente cerebrovascular, falla cardiaca y
muerte por todas las causas, sin evidenciar mayor riesgo de
eventos coronarios agudos, arritmias o muerte súbita.
La mortalidad posterior al año se mantuvo constante
incluso en quienes se practicó cambio valvular, encontrando
como mayor predictor la insuciencia cardiaca como
complicación de la endocarditis. Aunque el tratamiento
médico reduce la ocurrencia de eventos embólicos al
sistema nervioso central, al terminar el ciclo la tasa de
eventos se mantiene constante, siendo 1,6 veces mayor, en
los sobrevivientes de una endocarditis infecciosa, lo que se
explica por la dicultad en la erradicación completa de la
microvegetación. En este estudio se evidenció además que
el riesgo no solo está relacionado con eventos isquémicos,
pues los que sobreviven a una endocarditis infecciosa
tienen 2,37 veces más riesgo de eventos hemorrágicos en el
largo plazo.10
CONCLUSIONES
La recomendación actual respecto al manejo de la
endocarditis fúngica por las guías de práctica clínica de
la IDSA 2016, así como por el consenso de expertos de
la Sociedad Europea de Cardiología, es fuerte hacia el
manejo dual médico y quirúrgico dado la probabilidad
de mayor sobrevivencia. Hasta ahora la evidencia es baja,
teniendo en cuenta que las decisiones de práctica clínica
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de Medicina y Cirugía
REPERT MED CIR. 2021; 30(1):53-58
se han basado en su mayoría en reportes de series de
casos y escasos metaanálisis con resultados similares. Se
debe anotar que la mortalidad no solo está asociada con el
tipo de tratamiento instaurado, sino con las condiciones
individuales de cada paciente, edad, comorbilidades,
estado hemodinámico al momento de la intervención, tipo
de microorganismos aislados y válvula comprometida. La
alta tasa de mortalidad, la dicultad para la esterilización
de las vegetaciones fúngicas de gran tamaño, los abscesos
y el riesgo de embolización que se asocian con solo
terapia médica, son razones para que se recomiende el
manejo mixto quirúrgico y antibiótico. Con respecto al
tratamiento quirúrgico, la decisión de su realización es
compleja y requiere de la consideración de muchos factores,
sin embargo se considera la primera línea de tratamiento
en las guías de práctica clínica a nivel mundial. Las guías
europeas recomiendan el manejo quirúrgico en la primera
semana para los pacientes con endocarditis por cándidas
en válvulas nativa y protésica. Las causadas por el género
Aspergillus producen vegetaciones de gran tamaño,
infección perivalvular y embolismo micótico, por lo cual
también constituye una indicación de manejo quirúrgico y
antibiótico combinado en rango fármaco-terapéutico alto.
Sin embargo, en los pacientes críticamente enfermos o
cuando la resección es imposible de realizar se recomienda
terapia antifúngica (o antimicótica) por meses y en algunos
casos en forma indenida, debido a la mayor prevalencia
de embolia que complica el 60% de los casos y conduce a
accidente cerebro vascular (ACV) hemorrágico o isquémico.
RESPONSABILIDADES MORALES,
ÉTICAS Y BIOÉTICAS
DERECHO A LA PRIVACIDAD Y
CONSENTIMIENTO INFORMADO
POTENCIAL CONFLICTO
DE INTERÉS(ES)
Protección de personas y animales: los autores declaramos
que para esta investigación formativa de reportes de casos,
no se realizó experimentación en seres humanos ni en
animales.
Los autores declaramos que en este escrito académico, no
aparecen datos privados, personales o de juicio de recato
propio, de los pacientes.
Los autores maniestan que no existe ningún(os)
conicto(s) de interés(es), en lo expuesto en este escrito
estrictamente académico.
CONFIDENCIALIDAD DE DATOS
FINANCIACIÓN
Los autores declaramos que se han seguido los protocolos
de los centros de trabajo en salud, sobre la publicación de
los datos presentados de los pacientes.
No existió nanciación, para el desarrollo de este
reporte de caso, y su sustentación académica y su difusión
pedagógica.
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